Legiones romanas

   

“..El joven Alejandro conquistó la India.

¿Él solo?

César venció  los galos.

¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero?

Felipe II lloró al hundirse

su flota. ¿No lloró nadie más?

Federico II venció la Guerra de los Siete Años.

¿Quién la venció, además?

Una victoria en cada página.

¿Quién cocinaba los banquetes de la victoria?

Un gran hombre cada diez años.

¿Quién pagaba sus gastos?

Una pregunta para cada historia”.

Bertolt Brecht (Preguntas de un obrero ante un libro, 1934)

     Prácticamente todo el mundo ha visto «una de romanos.» Y muchos hemos disfrutado con las aventuras de los héroes de la resistencia anti-romana por excelencia, Astérix y Obélix, deleitándonos con sus enfrentamientos con los soldados romanos.  El denominador común de todo relato, película, novela o cómic sobre el Imperio Romano son las legiones, que aparecen luchando y conquistando territorios sin descanso. Y es que la historia de uno de los imperios más destacados de la Historia no tendría sentido sin la existencia de ese fantástico cuerpo militar que llegó a conquistar, en tiempos de su máxima expansión con el emperador Trajano (117 d.C.), unos 6,5 millones de km² aprox. Nada se podría haber hecho sin la disciplina, tesón y valentía de estos hombres. El potente ejército romano sufrió distintas modificaciones en número de efectivos, tácticas y modo de alistamiento a lo largo de su dilatada existencia.

          El ejército inicial

     Se inspiró en las falanges de las ciudades-estado griegas. En la etapa de la monarquía, con el legendario rey Servio Tulio (c. 578 a. C./c. 534 a. C.), se considera que se articula el ejército, la leva y su constitución. En este momento, el ejército es el pueblo armado y cada clase social (censitaria) debe costear su impedimenta. Las cinco clases sociales organizadas según su capacidad económica:

  • 1ª clase: tienen una impedimenta más completa con capacidad ofensiva y defensiva: escudo, espada de bronce, yelmo y coraza. Forman 80 centurias, 40 de iuniores (soldados menores de 45 años), 40 de seniores (soldados de más edad) y 2 más de obreros y especialistas en máquinas de guerra: fabri tignari (carpinteros) et aerarii (herreros).

  • 2ª clase: llevan escudo redondo y grebas. Integrada por 20 centurias de jóvenes y veteranos.

  • 3ª clase: portan escudo rectangular y yelmo. 20 centurias de jóvenes y veteranos.

  • 4ª clase: llevan equipamiento defensivo: jabalina y lanza. 20 centurias de jóvenes y veteranos. 

  • 5ª clase: sólo poseen capacidad ofensiva: hondas y piedras. Formada por 30 centurias; aquí se incluían los músicos (tubicines y cornicines), integrados en 3 centurias.

     Los proletarii, fuera de las cinco clases al no disponer de la cantidad mínima estipulada, suplían las bajas de las cinco clases anteriores luchando precariamente armados. Se denominaban velati y algunos también ejercían como músicos.

    La caballería y los oficiales estaban constituidos por ciudadanos principales alistados como equites, formando 12 centurias que pasarán a 18 en época republicana.

          Siglo IV a. C: la primitiva legión

     La principal novedad es el abandono de la formación en campaña al estilo de las falanges griegas debido a su escasa movilidad. Se pasa al sistema de manípulos y centurias. Hay ahora tres líneas de soldados:

  • Hastati, al frente. Armados con scutum (escudo), armatura (cota de malla) y gladius (espada corta). Junto a éstos, los leves, con pilum y varias veruta (jabalinas cortas).

  • Principes, formando la segunda línea. Eran los hombres más experimentados en el campo de batalla.

  • Triarii, rorarii, y accensi. Se situaban en la retaguardia.

Principes y triarii constituían la infantería pesada. La distribución en batalla era la siguiente:

  • 40 hastati  y principes+20 leves unidos a los hastati, forman un manípulo.

  • 3 manípulos formados por  triarii, rorarii y accensi, que forman un ordo.

La legión quedaría constituida por 4800 hombres (sin incluir caballería):

  • 15 grupos de leves (acoplados a los hastati) = 300 hombres.

  • 15 manípulos de hastati= 900 hombres.

  • 15 manípulos de principes= 900 hombres.

  • 45 manípulos (15 ordi) de triarii, rorarii y accensi = 2700 hombres.

          107 a.C: La reforma de Mario

   Tras el enorme esfuerzo económico que supusieron las tres guerras púnicas (264/146 a.C.) y los desastres bélicos con cimbrios y teutones (113 /101 a.C.), Cayo Mario (casado con la tía de Julio César), nombrado cónsul en el año 107 a.C., decide llevar a cabo diversas reformas, entre ellas la del ejército para hacerlo más moderno y efectivo. Si hasta entonces la clase social más humilde (los proletarii) quedaban fuera del ejército, ahora pueden  formar parte de él. Éste es uno de los puntos más revolucionarios de las reformas de Mario, ya que el ciudadano de escasos recursos podía hacer carrera militar y mejorar su situación. La República se haría cargo de los gastos derivados del equipamiento y el legionario, a cambio, se comprometía servir durante 25 años en los cuales no podía casarse.  Lo más interesante de esta reforma es que por fin las tropas reciben formación militar constante y regulada, se profesionalizan y están preparadas para cualquier contingencia, al contrario de lo que sucedía hasta entonces, siendo el pueblo el que se armaba en caso de conflicto bélico.

     El legionario era responsable de su impedimenta y debía transportar, junto a ésta, todos sus enseres personales: comida, ropa, herramientas, etc. Por ello, los soldados llegaron a ser conocidos en este período como «las mulas de Mario.»  El esfuerzo era inmenso, teniendo en cuenta que debían realizar trayectos diarios de 30 kilómetros mínimo, cargados con unos 30 kgs. de peso y, en ocasiones, más. 

     Distribución:

  • La legión consta ahora de 6000 hombres, de los cuales 4920 eran combatientes (en época imperial aumentarán a 5240 los hombres combatientes). El resto de efectivos lo componían ingenieros, músicos, médicos, etc.

  • Desaparece el sistema manipular y aparecen las cohortes, numeradas del I a la X, situándose los soldados más veteranos en las primeras cohortes. Cada una estaba integrada por 6 centurias (480 hombres), la unidad mínima en la legión.

  • Cada centuria está formada por 80 legionarios y otros 20 no combatientes.      

  • 120 equites (caballería).      

  • A la hora de montar el campamento (castrum), 8 soldados compartían tienda formando un contubernium.

   La capacidad de trabajo y versatilidad de los legionarios era admirable; eran capaces de construir en pocas horas grandes campamentos con empalizadas para la defensa, puestos de vigilancia, alojamiento para las tropas, hospital de campaña, tiendas para alojarse y cavar fosos defensivos. Mientras una parte de los legionarios construía el castrum, otros realizaban tareas de vigilancia. El modelo estándar de campamento era reproducido en cualquier parte del Imperio.

    Fuera del recinto amurallado del campamento se iban instalando talleres de artesanos, prostitutas, comerciantes, etc., que  interactúan con los legionarios, los cuales forman en ocasiones familias no oficiales. Con el tiempo, llegan a fundarse ciudades, como sucedió con León, donde se instaló la Legio VI Victrix y pocos años más tarde la Legio VII Gemina Pia Felix, siendo el único caso en que una ciudad toma el nombre a partir de la legión: legio→ leio→ león.

DIBUJO DEL CAMPAMENTO DE LA LEGIO VII CON EL ANFITEATRO EN EL EXTERIOR

Recreación del castrum de Legio (León)

          La legión «clásica» con Augusto (27 a.C./14 d.C.)

     Con Octavio Augusto (inicio de la etapa imperial) el número de legiones es de 28, integradas por unos 6000 hombres cada una, y un número similar de tropas auxiliares. El número de efectivos era de 5240 hombres divididos como sigue:

  • 1 contubernium= 8 hombres.

  • 10 contubernia=1 centuria= 80 hombres.

  • 6 centurias= una cohorte= 480 hombres, excepto la I cohorte que cuenta con 5 centurias dobles= 800 hombres.

  • 10 cohortes+ 120 equites= 5240 hombres = 1 legión.

  • Las legiones contaron con la ayuda de tropas auxiliares, las alae (alas), integradas por mercenarios o reclutados por sus habilidades para la lucha.

  • Se regula la duración del servicio, estableciéndose 16 años en activo y 4 en tareas menores. Al final de su servicio se les entrega entre  7 y 10 hectáreas de tierra y una cantidad del erario público.

  • Los immunes están exentos de tareas bélicas. Hay  ingenieros, pontoneros, especialistas en construir  máquinas de asedio, veterinarios, cazadores,  carpinteros, médicos, etc.

  • Las tropas auxiliares recibieron la ciudadanía romana. Servían 25 años, cobrando 75 denarios al año. Las tropas pretoriales  servían 16 años y cobraban 500 denarios al año.

  • Se impulsa la Armada.

     A la muerte de Augusto se reduce el número de legiones de 28 a 24.

    Entre el gobierno de Octavio Augusto y el de Trajano se considera que las legiones alcanzan su culmen como ejército práctico, efectivo y potente. Posteriormente, se suceden algunos cambios en el ejército de acuerdo con los sucesivos cambios políticos. Destacaremos, por relevantes, sólo los efectuados por Diocleciano durante la crisis del siglo III.

          Reforma de Diocleciano (reinado: 284/305)

     Las legiones están en este momento más desorganizadas. Hay un intento desesperado de intentar frenar la entrada de los bárbaros que asedian el  limes (frontera) del Imperio. El sistema legionario se había basado hasta entonces en proteger el limes, no tenía capacidad de avance y deja otras  zonas del Imperio más desprotegidas. Por ello, Diocleciano creó 2 unidades:

  • Comitatenses. Gozan de más movilidad y más operatividad y estaban integradas por 1000 hombres. En el siglo IV se aumenta su número.

  • Ripenses o limitanei: eran tropas acuarteladas a lo largo de las fronteras. Con ellas se pretendía dar mayor agilidad al ejército. En casos excepcionales se podía recurrir a cuerpos operacionales desgajados de las legiones, las vexillationes.

Diocleciano aumentó también los efectivos navales de 45.000 a 60.000 hombres.

          Rangos de la legión

Oficial superior:

  • Legatus: comandante de un legión. Era nombrado por el cónsul (en época republicana) o por el emperador (en época imperial). Llevaba un paludamentum (manto anudado en un hombro) de color rojo y un cincticulus, una banda de tela (también roja) colocada alrededor de la cintura.

Tribunos:

  • Praefectus castrorum. Soldado con mucha experiencia, encargado de la organización y el mantenimiento de los acuartelamientos, ya estuvieran acantonados o en campaña.

  • Tribunus laticlavii. Era el tribuno de mayor rango. Este puesto solía ser el escalafón previo al de legatus.

  • Tribunus angusticlavii. Rango ecuestre. Se le asignaban tareas administrativas.

Centuriones:

En época imperial hay 59. Combatían con una piel de lobo y se colocaban en la vanguardia. Comandaban las centurias y eran imprescindibles en la legión, puesto que desempeñaban tareas  clave que requerían capacidad de mando, de disciplina y de docencia, ya que se encargaban de adiestrar a los legionarios, realizar tareas administrativas, de mantener la cohesión  y disciplina de la tropa, etc.

  • Primus pilus: centurión de la primera centuria de la I cohorte. Muy experimentados, podían cobrar hasta 16 veces la soldada base.

  • Primi ordinis: centurión del resto de la centurias de la I cohorte. Eran 4.

  • Pilus prior: centurión que comandaba cada una de las 9 cohortes restantes.

Suboficiales I (Portaestandartes):

  • Aquilifer. Encargado de portar el águila, símbolo de la legión. Solía combatir con una piel de oso o de león sobre su uniforme y utilizaban escudo redondo. Eran soldados  muy experimentados y apreciados, que luchaban denodadamente para que el águila (una por legión) no les fuera arrebatada o se perdiera en combate, lo que implicaría un gran deshonor y vergüenza para la legión. Esto sucedió en 4 ocasiones: con la legión IX Hispana y las legiones XVII, XVIII y XIX Germanas.

  • Signifer. Llevaba el signum (estandarte) distintivo de su centuria o de su cohorte (había un signum por cohorte y centuria). El estandarte llevaba philarae (una especie de medallón) o una manus (mano abierta.)  El signifer combatía con una piel de lobo y escudo redondo, y cobraba doble paga.

Suboficiales II:

  • Optio, segundo al mando del centurión. En batalla se colocaba en la retaguardia para asegurar la operatividad de los legionarios. Podía ocupar el puesto del centurión en caso necesario. Se distinguía por llevar dos plumas en el casco.

  • Tesserarius, encargado de organizar las guardias, anotando el santo y seña en la tessera (tablilla de cera). Recibía una paga y media.

  • Cornicen. Transmitía las órdenes a la legión por medio de un cornus (trompa) que hacía sonar.  Generalmente llevaba una piel de lobo y se protegía con una lorica hamata (cota de malla).

Milites:

  • Equites (caballería): Tienen rango de legionarios. Son dirigidos por un decurión y llevan  armamento ligero: hasta (lanza) y spatha (espada), ya que su papel no es destacado. El peso de la caballería en combate se deja en manos de la caballería auxiliar. 

  • Pedes (peones, que van a pie), soldados rasos.

       

         Lecturas recomendadas

-Goldsworthy, Adrian, El ejército romano, Ed. Akal, Madrid, 2005

-Le Bohec, Yann, El ejército romano: instrumento para la conquista de un imperio, Ed. Ariel, Barcelona, 2004.

-Roldán Hervás, José Manuel (1996). El ejército de la república romana. Arco Libros, 1996.  

         Películas

Centurión, Neil Marshall, 2010

-La legión del águila, Kevin Macdonald, 2011. 

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